Blog de Cocina Tradicional

Cocina de hoy, con recetas populares, de manera clara y sencilla, predominando los productos de la dieta Mediterránea, y con la base fundamental del aceite de oliva.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Pisto de verduras

Hay muchas variedades de pisto. Pero siempre se trata de un sofrito de verduras enriquecido con alguna proteína como puede ser jamón o huevo.
El secreto de este plato, consiste, en que todas las verduras se hagan muy suavemente. 



INGREDIENTES:

·         2 zanahorias de tamaño medio
·         1 cebolla grande
·         2 ó 3 pimientos italianos
·         1 pimiento rojo de tamaño medio
·         1 berenjena grande
·         2 calabacines medianos
·         Un bote de tomate triturado de 1 kg
·         Aceite de oliva
·         Sal
·         Orégano
·         Un huevo por comensal


ELABORACIÓN:

Pelamos y troceamos todas las verduras en trocitos pequeños.



Los calabacines y berenjenas, pueden conservar su piel. Sólo se las quitaremos si son de los denominados de campo o tierra, que suelen tenerla bastante más gruesa y dura.


Las berenjenas las trocearemos en el último momento antes de incorporarlas al pisto para evitar así que se ennegrezcan.

En una cazuela ponemos a calentar unas tres cucharadas de aceite de oliva a fuego moderado.

Una vez caliente sofreiremos en él las zanahorias, removiendo unos minutos. A continuación añadimos la cebolla a la que pondremos una pizca de sal para que sude.

Rehogamos ligeramente y añadimos todos los pimientos troceados.

Esperamos unos instantes para que el pimiento se rinda un poco y cuando esté casi frito, incorporamos los trocitos de calabacín.

En cuanto el calabacín haya soltado algo de líquido, incorporamos la berenjena troceada del mismo modo.

Removemos con cuidado, para que no se peguen las verduras, y se cuece todo junto, hasta que las berenjenas y calabacines se ablanden en el propio jugo que desprenden, entonces, bajamos el fuego un poco más, y añadimos el tomate triturado. De este modo evitaremos que salpique, al echarlo en la cazuela.

Integramos todos  los ingredientes y tapamos, dejándolo cocer a fuego suave hasta que el tomate quede frito y reducido.

Se prueba de sal y se espolvorea con un poco de orégano.








Antes de apartarlo del fuego, y si se quiere, cuajaremos encima un huevo por comensal.


Se tapa y se deja cocer con el fuego muy suave  hasta que  comprobemos que los huevos están listos. Entonces apartamos.

Hay quien prefiere acompañarlo de un huevo frito en vez de cuajado.

Unas rebanadas de pan y.....¡Disfruten del plato!





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