Esta es una de las recetas de repostería más elementales y más rápidas de hacer. Yo le doy un toque personal, añadiendo pepitas de chocolate y aromatizando las con ralladura de naranja, que combina muy bien con el chocolate.
INGREDIENTES:
·
125 g de mantequilla
·
125 g de azúcar
·
125 g de harina
·
3 huevos
·
Ralladura de naranja
·
2 cucharaditas de levadura en polvo
·
Pepitas de chocolate negro
ELABORACIÓN:
Sacamos la placa del horno y lo encendemos a 180º
para que se vaya calentando.
Derretimos la mantequilla y la reservamos.
En un bol amplio mezclamos los huevos y a
continuación añadimos el azúcar batiendo bien hasta que esté totalmente
disuelta. Añadimos después la mantequilla que ha de estar sólo templada y la
harina mezclada con la levadura y la ralladura de piel de naranja.
Se bate todo bien hasta que la mezcla quede
completamente lisa y fina.
Se disponen los moldecitos de papel sobre la placa de horno. Se encuentran fácilmente en cualquier establecimiento que tenga productos de repostería.
Tendremos en cuenta al colocarlos que estén
separados entre sí para evitar que se peguen unos a otros al subir la masa.
Con esta cantidad de masa nos saldrán entre 12 a 13 magdalenas de tamaño grande.
Con una cucharita se van echando porciones de masa
en cada uno de los moldecitos, teniendo cuidado de llenarlos hasta 1 cm por
debajo del borde, pues luego, al subir en el horno, se pueden desbordar.
Después repartimos unas cuantas pepitas o gotas de chocolate en cada molde, no demasiadas.
Se mete la placa de horno a media altura y se dejan
entre 10 a 12 minutos, o hasta que se vea que las magdalenas han subido y están
doradas.
Se sacan y se cubren con un paño de cocina hasta
que se enfríen.
Tomen las en el desayuno o como merienda. ¡ a los niños les encantará!.
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